(Por Mariano Gewerc)
De acuerdo al psicoanálisis, más precisamente a la teoría del espejo formulada por Jacques Lacan, el ser humano logra percibirse a sí mismo como tal a partir de la identificación con un “otro”, que suelen ser sus padres. Las personas construimos nuestra personalidad mediados por lo que nuestros seres cercanos hacen y dicen, por eso, el tipo de relación que los padres establecen con sus hijos y la seguridad que les transmiten, es vital para que tengan un desarrollo saludable.
Partiendo de esta noción, las empresas están incorporando en su política relativa a work & life balance proyectos que van más allá de beneficios exclusivos para el trabajador sino que involucran a la integración de sus hijos con el mundo laboral de los padres.
Por tanto tiempos disociados, hoy en día la incorporación de la vida familiar en el ambiente de trabajo es el nuevo desafío de la gestión de recursos humanos en las organizaciones, que entienden al empleado como un todo social y no como un mero recurso para la obtención de ganancias.
Los sondeos indican que el personal valora más los beneficios cualitativos que posibilitan disfrutar más tiempo con sus familias. En esta dirección van las acciones que tienen como objetivo acercar a los hijos de los empleados a la realidad laboral de sus padres posibilitando una identificación de estos jóvenes con la organización y, a su vez, la retención de sus trabajadores.
Las prácticas son variadas, puede ser desde el importado “child day” -que invita a los hijos a pasar un día compartiendo el ámbito de trabajo de sus padres- y participaciones en la comunicación interna de la compañía, hasta becas de verano para chicos que están a punto de egresar del secundario para colaborar en descubrir su orientación vocacional.
De acuerdo al psicoanálisis, más precisamente a la teoría del espejo formulada por Jacques Lacan, el ser humano logra percibirse a sí mismo como tal a partir de la identificación con un “otro”, que suelen ser sus padres. Las personas construimos nuestra personalidad mediados por lo que nuestros seres cercanos hacen y dicen, por eso, el tipo de relación que los padres establecen con sus hijos y la seguridad que les transmiten, es vital para que tengan un desarrollo saludable.
Partiendo de esta noción, las empresas están incorporando en su política relativa a work & life balance proyectos que van más allá de beneficios exclusivos para el trabajador sino que involucran a la integración de sus hijos con el mundo laboral de los padres.
Por tanto tiempos disociados, hoy en día la incorporación de la vida familiar en el ambiente de trabajo es el nuevo desafío de la gestión de recursos humanos en las organizaciones, que entienden al empleado como un todo social y no como un mero recurso para la obtención de ganancias.
Los sondeos indican que el personal valora más los beneficios cualitativos que posibilitan disfrutar más tiempo con sus familias. En esta dirección van las acciones que tienen como objetivo acercar a los hijos de los empleados a la realidad laboral de sus padres posibilitando una identificación de estos jóvenes con la organización y, a su vez, la retención de sus trabajadores.
Las prácticas son variadas, puede ser desde el importado “child day” -que invita a los hijos a pasar un día compartiendo el ámbito de trabajo de sus padres- y participaciones en la comunicación interna de la compañía, hasta becas de verano para chicos que están a punto de egresar del secundario para colaborar en descubrir su orientación vocacional.
Quien esté pensando en aplicar alguna de estas acciones debe tener en cuenta que son acciones que comunican los valores que la empresa tiene respecto de sus empleados y que se puede convertir en un arma de doble filo si es percibido como un hecho aislado o contradictorio con la política de gestión del capital humano de la empresa.
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